El zapatófono

ESTABA Mel Brooks un día en su oficina y comenzaron a sonar todos los teléfonos a la vez. Brooks se sacó entonces un zapato y respondió a un interlocutor imaginario provocando las risas de los presentes. Ese sería el origen del zapatófono del Superagente 86 que nos hacía gracia cuando pendejos. Y nos la sigue haciendo ahora que veo la imagen en la Tienda del Espía madrileña y se la mando a Merino que me cuenta de vuelta la historia del zapatófono.

Y como voy rumbo a los mares del Sur y todo tiene que ver con todo, en una librería de viejos a dos dedos de allí veo que en este libro se nombra a Chile como Chily y a Valparaíso como Valparaisso y ambas cosas me parecen prodigiosas.

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