Ideal la biblioteca

 


LA BIBLIOTECA IDEAL no cobra por el préstamo de los libros y derechamente los regala. Así la de mi pueblo, que deja en una estantería los libros que descataloga y nos permite llevárnoslos gratis a los lectores. Dudé si traerme este y desde que dejé de dudar no lo suelto de las manos. 

La biblioteca ideal, este libro, ordena la literatura universal en cuarenta y nueve capítulos, de la literatura en lengua alemana a los libros chistosos, pasando por la filosofía, la novela de aventuras, los relatos de viajes, las historietas, los diarios, las memorias, los textos breves, el género epistolar, los libros raros, de ciencia, de música, de cocina... Cada uno de estos 49 rubros propone 49 libros y el cincuentavo corre por cuenta del lector. ¿Qué mejor?

La edición es algo añosa, la mía es de 1992 (puede que haya alguna más reciente) pero esto le agrega encanto al asunto. Leyéndola, recuerdo algunos datos que conocía y me entero de otros que no. Con unos y otros hago esta lista de cosas que retener de La Biblioteca ideal. La última cosa, como manda la regla del juego, la ponen el lector y la lectora. Por ahora pongo estas seis y espero ir agregando poco a poco alguna que otra.

1/ APULEYO cuenta en Las metamorfosis la historia del joven Lucio que, entusiasmado por la magia, se convierte a sí mismo en burro. Un burro que deshace lo andado y retoma su forma humana comiendo rosas. ¿Por qué rosas? Porque la rosa es sin porqué, como decía Silesius.

2/ DEFOE tenía más de sesenta años y muchas deudas cuando escribió Vida y aventuras de Robinson Crusoe y lo publicó de manera que pareciese que fue el propio náufrago quien lo escribió. Y en un dos por tres los lectores lo convirtieron en uno de los grandes hitos de la literatura mundial, incontablemente imitado y adaptado. Entre esas adaptaciones, la mejor es la de Coetzee, que se compadece del náufrago y pone a su lado a una náufraga.

3/ VICTOR HUGO no tenía ninguna gana de escribir Notre-Dame de Paris pero, obligado por un contrato editorial, se resignó a contar los amores de la gitanilla Esmeralda con un cura, un militar y un monstruo. Por cierto, Hugo es junto a Voltaire el autor que más libros suma en esta Biblioteca ideal.

4/ TRAVEN no se llamaba Traven ni tampoco se llamaba de las decenas de maneras con las que se hacía llamar, ni nada es seguro en cuanto a su identidad. Es probable que fuese alemán o polaco de lengua alemana y que viviese un tiempo en Estados Unidos antes de llegar a México, donde escribió numerosas novelas de aventuras, entre las que se cuenta el famoso Tesoro de Sierra Madre. Cuando le preguntaron a Einstein qué libro se llevaría a una isla desierta respondió que cualquiera, siempre que lo hubiese escrito Traven.

5/ JULES RENARD dice en su Diario que el cerdo es un animal tan admirable que sólo le falta ser capaz de convertirse a sí mismo en longaniza.

6/ EL AUTOR ANONIMO que escribió Las mil y una noche fue más de uno, sin llegar a ser mil. La mayoría de los relatos que Scheherezade le cuenta al emir son de origen indio y fueron transformándose y aumentando de número en la medida en que el conjunto fue conquistando audiencias en su viaje hacia a occidente: Persia, Arabia, Europa y el resto del mundo, viaje en el que tardó mil años y un día. La fuerza del nombre y el número. Si se llamasen Las mil noches no creo que fuesen ni la mitad de lo célebres que son.

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