Uso y abuso del mundo

A LA HORA de titular un libro más vale estar seguro de que el título funciona también en las lenguas de su área cultural. No sea que al libro le vaya bien y dé el salto de la traducción. En el caso del Camino de Santiago, el libro acaba de publicar Laureleso está garantizado porque se habla del camino a Compostela desde hace más de un milenio en tantísimos idiomas: Chemin de Saint-Jacques, Way of Saint James, Jakobsweg en sus puntos de salida, Camiño de Santiago en su punto de llegada.

Pensé en eso esta mañana escuchando a François-Henri Désérable en la UDP. El francés hablaba de su libro L'Usure d'un monde, título que es un retruécano del nombre del de Nicolas Bouvier, L'Usage du monde. Désérable cruzó recientemente el Irán de los ayatolás tras los pasos de Bouvier, que lo recorrió en 1953. 

L'Usage du monde, el título original, fue traducido al español como Los caminos del mundo, una adaptación aceptable teniendo en cuenta que su traducción literal, «El uso del mundo», puede sonar algo extraño en español. Y el libro de Désérable, L'Usure d'un monde, está por ser publicado bajo el título de El desgaste de un mundo. Una traducción aceptable también, aunque un poco blanda con relación al título original. Hubiese preferido que un libro se llamase «El uso del mundo» y el otro «El abuso de un mundo». Los títulos harían eco el uno en el otro, tal como lo hace el relato original en el reciente.

Désérable se entusiasma hablando del libro de Bouvier. Esta mañana no sólo recitó de memoria los primeros párrafos sino que desafió al auditorio diciendo que lo compraran y leyeran y si no les gustaba él mismo se encargaría de devolverles el dinero. Rafael Gumucio, su huésped, le advirtió de que podía no ser un buen negocio porque los chilenos eran capaces de decir que no les había gustado con tal de ser reembolsados.

Yo hablo de Los caminos del mundo en el Camino de Santiago. Hablo de él sin nombrarlo, sin embargo. Por lo que al primero que dé con esas páginas le mando un ejemplar con un abrazo.

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