Diario del gran apagón
LO único que funciona es la paciencia, dijo una señora en el bazar chino Vivo en un séptimo piso. Suelo subir y bajar a pie pero al mediodía de ayer lo hice en ascensor porque venía del supermercado con la compra de la semana. Acabé de guardar las cosas y a las 12 y media me senté en el balcón a descansar. Poco después escuché a un vecino llamar por teléfono desde su balcón para encargar una botella de butano. Qué curioso, alcancé a pensar sin pensar, porque sé que en este edificio todas las cocinas funcionan con electricidad. Un rato después golpearon a la puerta. Golpeamos, me explicó Diego, porque el timbre no funciona, no hay luz en todo el pueblo. Poco después llegó un mensaje de otro amigo diciendo que era toda la península la que sufría un apagón. A las 12h33, a la hora del apagón, sólo había un vecino en el ascensor. Tardaron dos horas en abrir las puertas y sacarlo por un boquete. Entretanto, a la entrada, bromeamos con un grupo de vecinos sobre quién ya tiene el kit de emerge...