Me gustó todo de «Vermiglio» y sobre todo estos cuatro momentos
EL HABLA de la gente de Vermiglio , la película de Maura Delpero, se llama solandro y tiene unos prontos de español que te dejan pensativo. Luego me entero de que el solandro es una de las hablas del ladino. Que no es el ladino que habla o hablaba la diáspora sefardí, sino la lengua de la Ladinia, la región del Alto Trentino, en el arco alpino del norte de Italia. El maestro del pueblo, que es también el padre de la familia que protagoniza el filme, se empeña en que los habitantes de Vermiglio no hablen solandro sino italiano. Pero en la intimidad de la habitación con su mujer habla en solandro. Me gustó mucho Vermiglio y por suerte no soy el único. Ser considerada cine antropológico no le impidió ganar el León de plata en Venecia ni ser seleccionada para representar a Italia al Oscar a la mejor película extranjera. La vimos en el cine del pueblo tras tragarnos diez minutos de sinopsis destempladas y otros tantos de publicidad chillona. Después de eso, detenerse en unas imágenes que d...