El arte de encerrar en un relato a sus personajes
LA imagen que cierra este breve relato es devastadora. Como devastador es el decorado que planta el autor en el que ni siquiera la burricie de los dos calamitosos empleados abandonados por la compañía colonial en un puesto desangelado de la sabana africana los salva de la ignominia. La maestría con la que el autor va cerrando el relato sobre sí mismo y encerrando en él a los personajes es sobresaliente.